INFORME A LA COMISION INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS SOBRE EL RACISMO EN PANAMA
del Comité Panameño CONTRA el Racismo
La República de Panamá aparece listada como una de las adherentes a la Convención Internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial. Dicha Convención fue adoptada por nuestro país mediante Ley No. 49 de 2 de febrero de 1967, la cual entró a regir el 4 de enero de 1969. Igual adherencia de Panamá se observa en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, suscrita en San José, Costa Rica el 22 de noviembre de 1969; en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, adoptada mediante Ley No. 15 del 28de octubre de 1976, y más próximo al presente (en mayo de 1990), suscribimos la Declaración de Aceptación de la Competencia Contenciosa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
Por su parte, el artículo 19 de la Constitución Política de Panamá señala que "no habrá fueros ni privilegios personales ni discriminación por razón de raza, nacimiento, clase social, sexo, religión o ideas políticas". A pesar de todo lo anterior, en Panamá se discrimina, entre otros, por razón del color de la piel. Ante este hecho, incontestable, en nuestro país se conformó, hace aproximadamente 2 años, el Comité Panameño contra el Racismo.
El Comité Panameño contra el Racismo es una instancia de la sociedad civil, de carácter no partidista, que agrupa a personas de distintas etnias, razas, origen nacional y social, sexos, creencias políticas y religiosas, todas, con el interés común de emprender acciones y formular propuestas encaminadas a enfrentar el racismo y la discriminación racial, en todas sus expresiones, en la sociedad panameña. Igualmente, prestamos nuestro concurso a colectividades en el extranjero que abrazan los mismos propósitos.
El Comité está animado por el reto de alcanzar una patria libre de esos dos flagelos que, en los casos más extremos, han desgarrado y continúan abatiendo a sociedades enteras y, en algún momento, las han colocado en un torbellino auto destructivo del cual sólo han podido librarse cuando la sensatez y los valores más positivos del ser humano se han sobrepuesto a la ignominia.
Contribuir a la construcción de una cultura de tolerancia, paz y respeto a la diversidad étnica, racial y cultural en la sociedad panameña es otro objetivo por alcanzar para el Comité. La inclusión de los panameños y panameñas, de todos los colores, en los distintos órdenes de los quehaceres nacionales, a través de acciones de discriminación positiva y empoderamiento que tiendan a su mejoramiento material y espiritual, es uno de nuestros paradigmas.
El Plan de Acción del Comité Panameño contra el Racismo contempla incidir en la opinión pública, a través de distintos mecanismos, a fin de sensibilizar a la población frente al racismo y la discriminación racial en la sociedad panameña. Dicho Plan también tiene previsto hacer uso de la educación formal y no formal como instrumentos eficientes para cambiar valores y actitudes e ir diseñando y articulando los elementos para una nueva cultura que reconozca y respete las diferencias de distinta índole. Se ha venido impulsando la elaboración y adopción de instrumentos legales que contribuyan a disminuir, cuando no eliminar, prácticas de sesgo racista que perviven en la sociedad panameña.
En Panamá, la discriminación adquiere distintas formas y matices. En el caso de los indígenas es manifiesta y extendida. Los asiáticos residentes en el país son abiertamente estigmatizados y los inmigrantes del medio oriente e hindúes son objeto de tratos discriminatorios por motivos raciales. El racismo contra los negros existe, aunque se expresa, generalmente, en términos más sutiles, pero no por ello menos aberrante. Los negros están ausentes de las posiciones de poder político y económico. Los afroantillanos, constituyen un blanco particular para los epítetos de connotación racial y tratos displicentes de parte de los ciudadanos. El aislamiento social de los afroantillanos es notorio en vista del hacinamiento en que viven en la económicamente deprimida provincia de Colón y otras comunidades pobres de la ciudad de Panamá. Existe indiferencia de la clase política hacia los problemas de la población negra. Colón, la segunda ciudad de importancia del país, padece de notorias carencias. Igual ocurre con otras provincias como Darién y Bocas del Toro. En ambas, la población es predominantemente negra.
Infortunadamente, no ofrece dificultad alguna afirmar que en nuestro país existen otras expresiones cotidianas del racismo. La denominada "reserva del derecho de admisión" que es esgrimido contra indígenas y negros, en algunos sitios públicos, es una evidencia palmaria de ello. Ese supuesto derecho es ejercido por muchos propietarios de negocios que, de manera selectiva y discriminatoria, deciden quiénes pueden tener acceso o no a sus respectivos establecimientos. Por otro lado, la discriminación racial contra todos los grupos étnicos en Panamá es evidente en la esfera del empleo. En el sector privado, personas de "piel clara"
aparecen de forma desproporcionada en posiciones de dirección y en puestos que requieren de trato con el público. Se ofrecen como ejemplos los(as) cajeros(as) en los bancos y las recepcionistas en las empresas. Quizás, aquí cabe hacer una acotación. De algún modo, la fortaleza de una democracia puede medirse por la vigencia de los principios y la solidez de las instituciones que le son consustanciales a esta forma de organización política de la sociedad. Así, la libertad de pensamiento y las posibilidades reales y efectivas de comunicarla; el voto libre y secreto, y el acatamiento de la voluntad mayoritaria expresada por ese conducto; la tolerancia y el respeto a la diversidad, en todas sus formas y expresiones, entre otros, constituyen un conjunto de derechos, condiciones y practicas sociales los cuales, en principio, deben conducir hacia mejores formas de convivencia entre los seres humanos y al disfrute, por parte de éstos, de una calidad de vida superior a aquella que se da en formaciones sociales que carecen de esos factores. La igualdad de oportunidades forma parte de ese conjunto de presupuestos de la democracia.
En Panamá ha ido adquiriendo relevancia la descalificación de muchas mujeres por razón de la edad y la "apariencia" al momento de la contratación de recursos humanos. Persiste una práctica que parece tender a una suerte de institucionalización perversa y de naturaleza antidemocrática. El asunto tiene que ver con la exigencia de "enviar su hoja de vida con una foto reciente" para el trámite de las solicitudes de empleo. Un requisito que se ha tornado infranqueable.
Cifras extraoficiales indican que la falta de empleo en nuestro país alcanza a más de 13% de la población. En ese sentido, ya bastante hacen aquellos que tratan de ubicar un empleo, con competir en un mercado que advierte estadísticas tan desalentadoras. Sumar a lo anterior lo que para algunos/as constituye una carga adicional y una "desventaja" como lo es, en efecto, "mostrarse" a través de una foto previo a la entrevista de trabajo es, sencilla y realmente, infame. Porque en una sociedad como la panameña, cargada de prejuicios de toda índole; en donde, por ejemplo, se estima menos productivo a un ser humano cuando rebasa los 35 años de edad, máxime si es mujer; una sociedad en la cual la discapacidad física, en muchos casos, descalifica a la persona para asomarse al mercado laboral; una sociedad en cuyo discurso cotidiano "lo negro", en términos generales, se acompaña de una carga negativa, tener que adelantar una foto al momento de solicitar un empleo ¿no es acaso, para algunos, competir en condición desventajosa, por decir lo menos?.
No son pocos en nuestro país quienes estiman que la foto previa constituye un mecanismo de mérito discriminatorio y de exclusión utilizado en desmedro de miles de mujeres mayores de 35 años de edad, particularmente, indígenas y afropanameñas. El pasado día 8 de mayo, el Comité Panameño contra el Racismo, con el apoyo del Centro de Información de la Naciones Unidas en Panamá (CINUP), lanzó una campaña nacional denominada NO ME PIDAS UNA FOTO... La misma es una de cara a la discriminación en el empleo en Panamá y tiene como objetivos: 1.- colocar, como problema que merece la atención de la sociedad panameña, el tema de la solicitud de una foto previa en los trámites para la obtención de un empleo; 2.- sensibilizar al conjunto de la población frente al tema; 3.- inducir a las empresas a adoptar un cambio en su conducta, y 4.- contribuir a la eliminación de dicha práctica. Esta campaña esta en curso y existen suficientes evidencias que dan fe que la misma ha tenido un profundo impacto en el país.
En el marco del desarrollo de la precitada campaña se prevé someter a la consideración de la Asamblea Legislativa un Anteproyecto de Ley que, expresamente, establezca una prohibición que ponga fin a la práctica de solicitar fotografías, de antemano, en los trámites para la obtención de un empleo en Panamá.
Actualmente, se encuentra en debate, en la Asamblea Legislativa, un Anteproyecto de Ley "Por el cual se regula el Derecho de Admisión en los Establecimientos Públicos y se dictan medidas para evitar la Discriminación Racial en la República de Panamá". El documento que ha servido de base para la discusión fue elaborado por la Defensoría del Pueblo de la República de Panamá, luego de una serie de denuncias, protestas públicas y propuestas de varias organizaciones de DD.HH, entre éstas, el Comité Panameño contra el Racismo. El Anteproyecto de Ley tiene entre sus objetivos... condenar la discriminación en cualquiera de
sus formas y tomar medidas efectivas para asegurar la protección contra cualquier acto discriminatorio. El mismo fue aprobado, recientemente, en primer debate.
Hace escasamente una semana, en el marco de la conmemoración del Día de la Etnia Negra Nacional, efeméride que se cumple en Panamá el 30 de mayo, y en una muestra de preocupación por el tema de la inequidad, en parte debido a la falta de acceso social, mismo que han venido demandando amplios sectores de la sociedad panameña, la Alcaldía de la Ciudad de Panamá abrió una Unidad Ejecutiva denominada Oficina Pro Igualdad y Tolerancia. Esta fue creada con el objeto de contribuir a la formulación de políticas públicas en el Distrito, tendientes a la generación de un entorno que favorezca el respeto a la diversidad étnica, cultural y social; la práctica de la tolerancia entre los ciudadanos y la construcción de una cultura de paz y convivencia armónicas.
Como se desprende de esta breve relación sobre el racismo en Panamá ésta, si bien no encuentra institucionalidad por virtud de leyes con dicho alcance, está ampliamente extendida en la sociedad panameña, a través de prácticas que aún no encuentran freno en lo que a políticas públicas concierne, en la medida que éstas no hacen parte de una agenda de Estado. Como parte de la sociedad civil exigimos del gobierno nacional mayor atención a este tema que afecta, de manera sensible, a miles de panameños y panameñas que, día a día, son discriminados y marginados en razón del color de su piel.
Panamá, 6 de junio de 2001